A la hora de comprar cuchillos en Donosti, a muchos se les olvida llevarse un complemento imprescindible para alargar su vida útil y que sigan cortando como el primer día: la piedra afiladora, más conocida como la chaira. Y es que la tradicional figura del afilador profesional, cuyos cánticos escuchábamos todos a primera hora de la mañana hace tan solo un puñado de años, está en peligro de extinción.
Por tanto, habremos de disponer, no solo de una herramienta adecuada para el afilado cuando vayamos a comprar cuchillos en Donosti, sino de los conocimientos necesarios para saber emplearla correctamente. Por ello, en este post, daremos algunas pautas básicas de cómo debe afilarse un cuchillo de cocina. No olvidemos que un cuchillo mal afilado, además de aplastar los alimentos, arruinando así su aspecto, también produce riesgos de corte. ¡Comenzamos!
- Para empezar, debes tener en cuenta el material. Por ejemplo, cuando hablamos de cuchillos cerámicos, puedes echar a perder la hoja si utilizas un afilador manual estándar. Para este tipo de cuchillos de cocina es preferible utilizar afiladores eléctricos con piedra de diamante, pues se trata de un material de mayor dureza que la propia hoja, que es súmamente frágil.
- Cuando nos encontremos con hojas de acero (las de toda la vida), debemos inclinar la chaira con la punta hacia abajo sobre una superficie plana. Con la mano libre, cogeremos el cuchillo y... ¡que empiece el baile de muñecas!
- A continuación pondremos la piedra afiladora sobre el filo con un ángulo de 20 grados aproximadamente, con movimientos de arco en dirección a la punta de la hoja, sin variar la velocidad y alternando cada cara en cada pasada.
- No olvides pasar la piedra a lo largo de toda la hoja para que el acabado final resulte uniforme.
¿Quieres renovar tu colección de cuchillos de cocina y no sabes por dónde empezar? Si buscas asesoramiento, en Cuchillería Colmenero estaremos encantados de atenderte.